Tierra de Nadie

Este blog describe la Tierra de Nadie, la tierra de los sueños que no dominamos. Si alguna vez soñaste lo mismo que yo, pasa y cuéntame...

11.12.05

Sueño XIX - Cristal

Vivía en una burbuja de cristal...

Esférica, con vértices metálicos, gigante. Capaz de dar cobijo a una familia.

Ya no recuerdo más...

5.12.05

Sueño XVIII - Conciertos

A veces, en sueños, soy una groupie total...

Allí estoy en primera fila, intentando acercarme al grupo. Y me es relativamente fácil. Hacen un descanso y me siento en su mesa. Hablo con ellos, les toco, bromeamos. Me siento importante. Todo el mundo mira.

Me quedo en una esquina viendo el concierto. Sinceramente, tiendo a pensar que me importa un pito. Conozco a ese grupo, les puedo identificar y no me gustan. Me sé las canciones de tanto escucharlas en la radio pero no son santo de mi devoción.

En cuanto termina, voy por ellos. Parece que busco algo más. Mi instinto dentro del sueño me dice que presione, que el chico me gusta. Pero mi "yo" del sueño no hace nada. Las típicas bromitas, unas risas y a despertarse.

A veces, en mis sueños, soy un poco tontita...

4.12.05

Sueño XVII - Jerusalén


Esta noche he estado en Jerusalén...

Sin embargo, como en todos los sueños, nada tiene por qué ser lógico ni real. Jerusalén ya no es lo que era en mis sueños. Es una metrópolis. Con grandes rascacielos. Sociedad consumista sin igual y ningún peregrino.
También es verdad que no había nada allí que me pudiera demostrar que estaba en Jerusalén. Tan sólo lo sabía... En los sueños apareces en sitios o conoces a gente sin más, no tiene explicación alguna.

Me dejé gran parte de la ropa en un cajón de la habitación (de hecho, creo que fue la ropa interior, me había llevado kilos) y me fui con prisa y sin más. Pero antes pasé por una tiendas de dulces. Me cobraron 3,60 lo que sea, no sabía en qué moneda pagaba. De hecho, ni pagué. Me pareció excesivo para un trozo de pastel. Cogi y me desperté. ¡Qué inconformista resulto a veces!

Sueño XVI - Exámenes

En los últimos meses he soñado varias veces que tenía que volver al colegio porque nunca llegué a pasar los niveles mínimos...

Y allí estaba yo, desesperada, porque tenía que volver a examinarme de algo olvidado. Quería tirar la toalla, me sentía ridícula. Quería correr sin parar y perderme. Me sentía frustrada.
Pero saqué fuerzas de flaqueza y lo intenté.

Me senté con el resto de compañeros en un aula abarrotada. Y allí estaba mi examen...

¡Era un vídeo! Un corto paranoico de un gran director. Y tenía que comentarlo. Como no tenía ni idea, me alegré de no ser la única. Al fin y al cabo, no resultó tan malo.

29.11.05

Sueño XV - Orfanatos (y otros)

He estado sumida en mil y un sueños últimamente pero las prisas han hecho que los olvide antes de poder contarlos. El de anoche fue curioso. Por tanto, os lo presento...

Yo tenía un amigo. Salido de la nada. Me acompañaba a todas partes pero no hablábamos.
Vivíamos en una gran casa cuadrada, de ladrillos color oro y verja rodeando el jardían. Medio muro de cemento y hierro forjado hasta arriba. Todo cubierto de enredaderas.

Dentro un patio rodeaba el caserón, con gravilla y frutales. Los niños corrían a ratos, les oía cantar melodías antiguas. No pude ver que había dentro. Sólo sé que vivía allí...

Mi amigo callado era un revolucionario capaz de dar la vida por cualquiera. Especialmente por mí. Era una niña. Estaba enferma. No me dolía nada pero los médicos corrían de un lado para otro en un sueño paralelo diciendo que me abrirían en canal para poder curarme. Yo no sabía nada. No entendía nada.

Nos marchamos en un autobús a quién sabe dónde. A mi sala de espera, quizás. Vinieron conocidos lejanos, en parejas sin sentido. Traían recuerdos y regalos, como si todo hubiera acabado bien.

Pero el niño seguía diciéndome algo con sus ojos lánguidos. Él y un señor de sombrero y barba gris que le acompañaba a ratos...

22.11.05

Sueño XIV - Excursiones

Saltando desde los árboles, embarrándose la ropa recién planchada, tirando de las coletas a las niñas, cazando saltamontes...

Olor a campo verde, sonidos punzantes de gritos y grillos, libertad (un día al año), pudiendo evadir, escondidos tras los árboles, la severa vigilancia de los profesores.

Tengo 9 años y estoy en una nueva excursión de la vida. Desconocida, aunque parecida a todas las demás. Como no me veo, no sé si ya me he ensuciado del todo o aún me queda algún trozo blanco en la camisa.

En mis sueños, mayor o niña, no me veo, ni aún cuando me miro en el espejo. Hoy cacé lagartijas con tirachinas a la sombra de mi mirada anónima...



Inciso (sueño de Myriam):

Myriam soñó que teníamos algo importante que hacer en la oficina pero estábamos todos dormidos sobre las mesas y, por más que lo intentábamos, no podríamos conseguir abrir los ojos lo suficiente como para hacer algo. Así nos pasamos de 4 a 8 de la tarde. Una siesta espléndida y pagada.

17.11.05

Sueño XIII - Oficina


Conversaciones en voz alta, palabras cortas, manos tendidas, mucho bullicio...

Como la bolsa de Tokio en hora punta estaba mi oficina. Todo era normal y, de pronto, explosión de sensaciones, marea de confusión...

A mi lado, comenzaba a sentarse más gente, aprovechando los cantos de las mesas. El resto ocupaba el espacio sobrante, sin dejar de moverse, con papeles en las manos. A nadie le extrañaba la repentina contratación de todo este personal. Sin duda mi jefe debió volverse loco en el sueño y confundir el suelo de la oficina con el tablón principal de la pasarela Cibeles.

Porque todas eran esbeltas y guapas (no recuerdo a los chicos, por lo que diré "todas"). En particular una chica rubita que se asemejaba bastante a la legendaria Barbie. ¡Qué graciosa ella!

Hoy me he acordado de todas ellas cuando en el trabajo todo parecía ir mal. Se podían haber tragado las broncas...

15.11.05

Sueño XII - Amistades

Qué bueno es reunir en un instante a todos los amigos queridos, lejanos y cercanos, presentes y pasados...

Allí a tu lado en el silencio y en el bullicio. O en una llamada de teléfono, diciéndote que volvieron de su viaje y en breve estaréis juntos. Junto a la playa y lanzándoos ropa. Aquéllos aprobados por tus padres y aquéllos que no.

Quizá sea un empujoncito para recuperarlos o para refrescar la amistad...