Tierra de Nadie

Este blog describe la Tierra de Nadie, la tierra de los sueños que no dominamos. Si alguna vez soñaste lo mismo que yo, pasa y cuéntame...

29.11.05

Sueño XV - Orfanatos (y otros)

He estado sumida en mil y un sueños últimamente pero las prisas han hecho que los olvide antes de poder contarlos. El de anoche fue curioso. Por tanto, os lo presento...

Yo tenía un amigo. Salido de la nada. Me acompañaba a todas partes pero no hablábamos.
Vivíamos en una gran casa cuadrada, de ladrillos color oro y verja rodeando el jardían. Medio muro de cemento y hierro forjado hasta arriba. Todo cubierto de enredaderas.

Dentro un patio rodeaba el caserón, con gravilla y frutales. Los niños corrían a ratos, les oía cantar melodías antiguas. No pude ver que había dentro. Sólo sé que vivía allí...

Mi amigo callado era un revolucionario capaz de dar la vida por cualquiera. Especialmente por mí. Era una niña. Estaba enferma. No me dolía nada pero los médicos corrían de un lado para otro en un sueño paralelo diciendo que me abrirían en canal para poder curarme. Yo no sabía nada. No entendía nada.

Nos marchamos en un autobús a quién sabe dónde. A mi sala de espera, quizás. Vinieron conocidos lejanos, en parejas sin sentido. Traían recuerdos y regalos, como si todo hubiera acabado bien.

Pero el niño seguía diciéndome algo con sus ojos lánguidos. Él y un señor de sombrero y barba gris que le acompañaba a ratos...

22.11.05

Sueño XIV - Excursiones

Saltando desde los árboles, embarrándose la ropa recién planchada, tirando de las coletas a las niñas, cazando saltamontes...

Olor a campo verde, sonidos punzantes de gritos y grillos, libertad (un día al año), pudiendo evadir, escondidos tras los árboles, la severa vigilancia de los profesores.

Tengo 9 años y estoy en una nueva excursión de la vida. Desconocida, aunque parecida a todas las demás. Como no me veo, no sé si ya me he ensuciado del todo o aún me queda algún trozo blanco en la camisa.

En mis sueños, mayor o niña, no me veo, ni aún cuando me miro en el espejo. Hoy cacé lagartijas con tirachinas a la sombra de mi mirada anónima...



Inciso (sueño de Myriam):

Myriam soñó que teníamos algo importante que hacer en la oficina pero estábamos todos dormidos sobre las mesas y, por más que lo intentábamos, no podríamos conseguir abrir los ojos lo suficiente como para hacer algo. Así nos pasamos de 4 a 8 de la tarde. Una siesta espléndida y pagada.

17.11.05

Sueño XIII - Oficina


Conversaciones en voz alta, palabras cortas, manos tendidas, mucho bullicio...

Como la bolsa de Tokio en hora punta estaba mi oficina. Todo era normal y, de pronto, explosión de sensaciones, marea de confusión...

A mi lado, comenzaba a sentarse más gente, aprovechando los cantos de las mesas. El resto ocupaba el espacio sobrante, sin dejar de moverse, con papeles en las manos. A nadie le extrañaba la repentina contratación de todo este personal. Sin duda mi jefe debió volverse loco en el sueño y confundir el suelo de la oficina con el tablón principal de la pasarela Cibeles.

Porque todas eran esbeltas y guapas (no recuerdo a los chicos, por lo que diré "todas"). En particular una chica rubita que se asemejaba bastante a la legendaria Barbie. ¡Qué graciosa ella!

Hoy me he acordado de todas ellas cuando en el trabajo todo parecía ir mal. Se podían haber tragado las broncas...

15.11.05

Sueño XII - Amistades

Qué bueno es reunir en un instante a todos los amigos queridos, lejanos y cercanos, presentes y pasados...

Allí a tu lado en el silencio y en el bullicio. O en una llamada de teléfono, diciéndote que volvieron de su viaje y en breve estaréis juntos. Junto a la playa y lanzándoos ropa. Aquéllos aprobados por tus padres y aquéllos que no.

Quizá sea un empujoncito para recuperarlos o para refrescar la amistad...

13.11.05

Sueño XI - Banquetes


Festejando sin parar en las más inverosímiles circunstancias...

Grandes mesas rodeadas de personas. En tres banquetes distintos, a cual más extraño.

Compañeros de trabajo, ex-amigos, familiares.
Amores, discusiones, humillaciones.
Vino, bocadillos y jamón asado.

Un banquete sin fin en el que he mostrado mis anhelos y mis miedos.
Un sueño interesante. Deberíais soñar con banquetes...

12.11.05

Sueño X - Parques acuáticos (de lujo)


Y nadar, nadar, nadar...

En México vi algo parecido, pero sin urbanizaciones de lujo. En plena naturaleza de rocas y árboles. Y millones de peces de colores (y una barracuda gigante) tras mi cabeza.

Creo que este sueño fue la deformación del paraíso natural para estrellas de Hollywood. Piscinas y cataratas interminables, jacuzzis de mosaicos con masajistas, uñas esculpidas, jovencitas en tanga y falta de aparcamiento.

Hartos de dar vueltas, acabamos metiendo el coche en una de las piscinas (la principal, la de olas de la entrada) y nos amenazaron unas chicas vestidas con cortas batas de tergal y cofias.

Me desperté justo cuando pude poner pies en tierra firme. Una lástima de glamour y purpurina...

11.11.05

Sueño IX - Vivos y muertos (vivos)


Y estaba allí, tan normal, y lo peor es que yo también lo veía así...

La curiosidad me puede. El sueño logra engañar a los sentidos y me hace creer que todo es real.

Está en la azotea, de pie, sentada, mirando la ropa tendida, secando su rostro al sol. Se levanta, anda, habla conmigo.
Yo le contesto, sonriendo.

Y el tiempo se ha parado en la última vez que la vi. En su estado, no en su ropa.

Sólo cuando me despierto descubro el espejismo. Ella lleva tiempo entre los otros.

(Esto no es un sueño triste aunque para el resto lo sea. No he sufrido lo más mínimo. Ni me he enterado).

10.11.05

Sueño VIII - Supermercado


Todopoderosa, avanzando entre los pasillos vacíos...

Como en una revuelta revolucionaria, como en una ciudad desierta tras un terremoto o un huracán, como en este sueño.

Las calles vacías, las estanterías llenas. Yo y mi cesta de la compra. Millones de productos que consumir y dinero imaginario que gastar.

Comienzo a llenar mi cesta, tan rápido, que pareciera que cada vez fuera una nueva. Es imposible que quepan tantas cosas hay dentro... Además, sólo meto champús y geles, cremas (que nunca he utilizado ni creo que utilice) y maquillaje en exceso.

Creo que esto la capté de la realidad cuando hace pocos días fui al super y un hombre se fugaba con unos 20 botes de champú en una faja, pegados al cuerpo (más una bolsa con naranjas). Creo que la impresión de la policía, las esposas y los 20 botes encima de la caja me impactó sobremanera y acabó por salir, a las cuantas horas.

Un recuerdo tan memorable tenía que transformarse en sueño, estaba claro...

9.11.05

Sueño VII - Números


Como en la lotería de la vida, en la que nunca me tocó nada...

Sueño con números, grandes, es espiral, flotando, desvaneciéndose como humo. Azules.
Los atrapo como si estuviera pescando cifras, desechando los que no me interesan.
El 23, el 35, el 7, el 81. Los voy arrojando a ambos lados, uno a la izquierda, otro a la derecha, como la adolescente que saca del baúl su ropa, sin saber muy bien por qué prenda decidirse.

Y ahí está. El número elegido. Es un número especial. Creo que me quiere decir algo.

O más bien creo que me estoy sugestionando y que la suerte nunca recaerá en él.

Como se suele decir, siempre me toca... perder...

8.11.05

Sueño VI - Estudiante


Sentada en los mismos pupitres de antaño, con los mismos nervios de la víspera del examen...

A medio camino entre mi niñez y mi vida actual.
Parece que mi mente no quisiera retroceder demasiado para desvincularse de la realidad. La mesa de madera inclinada, que hacía que los libros cayeran con un estruendo en la clase de las 4. Las alumnos hacinados (cinco por banca) porque las clases eran minúsculas.

Me hacía sentir importante entender los textos, preguntar las dudas, escuchar sabios consejos,
cerrar los ojos bajo la luz del flexo. Parecía que no llegaría el día en que se invirtieran los papeles y consiguiera ser una buena profesional. Y ahora me piden consejos los jóvenes, como si fuera una viejita arrugada...

Mi mente quiere rejuvenecer, pero no demasiado. No añora mi niñez...

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Fotografía cortesía de Monicha
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6.11.05

Sueño V - Ciudades

Es la impotencia de no conocer un sitio por el que has paseado muchas veces...

O algo menos esos dicen, porque tú no lo recuerdas. Vuelves y eres un desconocido, sí, pero la ciudad también te parece desconocida.
Y dices: "Si me soltaran aquí, no sabría llegar a mi casa, a mi librería favorita o a la farmacia más cercana". Ni idea. No sé...

Paseas por las calles con la Catedral como punto de referencia, sin perderla de vista. Tengo miedo a perderme yo también de la vista de los demás.

¡Qué maldita impotencia!

5.11.05

Sueño IV - Recortables


Era una niña con un juguete entre las manos...

Miles de horas de juego en papel y cartulina. Pasaba las páginas, tijera en mano, decidiendo qué modelo escoger. Estaba rodeaba de metros de recortes de papel inservible que adornaban el suelo.
Todas tenían su nombre y me gustaba jugar a cambiarles sus trajes favoritos para confundirlas. Las trababa con cuidado, pues sabía de su fragilidad, y lloraba al contemplar un roto o un trozo de piel descolorido

El otro día volví a tenerlas entre mis manos, mis creaciones de recortes, pero no supe qué hacer con ellas...

4.11.05

Sueño III - Aparcamientos

Como en las películas de acción, tras una columna agazapada...

Ahí te está esperando y, de repente, sale a la luz fluorescente que lo inunda todo (la que funciona por sensores). Ya no es anónima. Es ella.
Sus rizos sobre los hombros. Te grita pero no puedes oírla. Sabes que te habla pero no consigues leer sus labios.
Te coge de la mano y os escondéis en la luz que se apaga...

2.11.05

Sueño II - Encuentros

La no-vida siempre te trae a seres perdidos u olvidados...

Cuando menos te lo esperas, estás sentado frente a un conocido que ya es desconocido en la vida real pero que en tu sueño, parece aguantar erguido el paso del tiempo.
La misma mirada, el mismo estilo elegante y cautivador, la misma risa ronca... Allí está frente a ti, contándote aquella historia que escuchaste cientos de veces cuando eras más joven y más paciente.
Sin saber por qué, quieres huir de ese extraño que te resulta tan familiar. Quieres olvidar que lo conoces en tu cabeza, para no tener que saludarlo, porque sabes la verdad. Ya no lo conoces, lo esquivas en las calles y evitas sus llamadas. Ya no hay nada que os una sino el vago recuerdo de lo que fuistéis.
Pero ya no sois nada. Una situación incómoda que se resiste a aceptar la realidad. Ese miedo a tenerse que parar a saludar...

1.11.05

Sueño I - Niños


En mis sueños, me roban a los niños...

Son de todos los colores y, sin embargo, en la oscuridad no alcanzo a agarrarlos.
Son los niños del fracaso escolar y los niños de los pies embarrados.
Aquéllos que recogen conchas en la playa y los que recogen basura en la montaña.

Se me van, huyen, pero ellos no quieren. Las circunstancias los eliminan. El dolor los borra y me acusa con su dedo.
"¡Ni siquiera son mis hijos!", gritó. Pero los siento como propios...